Descrita como la caída o deslizamiento del útero desde su posición
normal, el prolapso genital pueden sufrirlo muchas mujeres no solo adultas,
sino jóvenes también. Son varias las estructuras que se pueden prolapsar:
útero, recto o se puede producir desgarro perineal. Cuando se habla de una
caída del útero se debe abarcar todos estos.
Muchas mujeres lo describen como una hernia y es que su percepción
no se aleja de la realidad. El principal síntoma del prolapso genital es que la
mujer siente como si estuviera sentada encima de una pelotita. El tejido
muscular que sostiene como una hamaca la uretra tiene tres orificios naturales:
la vía urinaria, la vagina y el recto. Cuando este tejido se debilita, estas
estructuras pierden su posición natural. Eso es lo que se conoce como prolapso.
Hay varios factores que condicionan el prolapso genital: edad,
sobrepeso, el tipo de labor física que se realice, por ejemplo cargar mucho
peso, predisposición genética, que no es la causa más común. Lo que sí es
recurrente es el número de partos que haya tenido una mujer. Se entiende que a más
alumbramientos naturales, mayor es el riesgo de padecer prolapso.
Consecuencias
¿Por qué es tan importante que las mujeres sepan de este mal? El
prolapso genera una patología seria: la incontinencia urinaria de esfuerzo, que
los médicos deben controlar. Sin embargo existen distintos niveles: 0 =
posición normal, 1 = cuando hay un leve descenso a mitad de camino entre el
himen y la estructura, 2 = cuando sobrepasa el himen y 4 = cuando el órgano
cuelga como una bolsa escrotal. En los dos primeros se puede generar una gran
incontinencia urinaria. En las etapas 3 y 4 puede pasar lo mismo, pero también
lo contrario, retención urinaria, advierten los especialistas.
Vías de abordaje
La decisión de operarse para corregir el problema de prolapso,
entiéndase, incontinencia urinaria también, este proceso pasa por varios
factores: grados de prolapso (estados 3 y 4 se deben operar), deseo de
embarazos futuros y estado de salud general de la mujer (si tiene otras
afecciones).
Uno de los procedimientos más usados es la cirugía vaginal
(histerectomía, la colporrafía y las mallas). Pero si una paciente tiene un
quiste de ovario grande o un fibroma de tamaño considerable, tratar de sacar
esto por la vía vaginal no será muy fácil. Entonces se debe recurrir a una
cirugía abdominal o laparoscópica.
"Es hora de que disfrutes de una
taza de café y que tengas un buen día…"
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