La pérdida de la memoria no siempre se debe al Alzheimer ni todos los pacientes adultos mayores padecerán esta enfermedad. Pero hay que prevenir, hacer ejercicios de memoria y, en caso de presentarse el mal, designar a más de un cuidador para el paciente y hacer cambios en la vivienda
Empiezan olvidándose de algo que
sucedió hace poco, como la cita pactada con el médico o que conto el nieto
sobre su colegio el día anterior. Y a medida que pasa el tiempo, los pacientes
con Alzheimer recuerdan cada vez menos cosas, incluyendo los hechos del pasado
lejano. Además, se afecta su capacidad de pensamiento y comportamiento, su
juicio, a algunos les da por decir groserías y se ponen agresivos. Finalmente,
hasta de respirar se olvidan.
Según los neurólogos, en estadios
iniciales de la enfermedad, el objetivo fundamental es preservar las funciones
mentales del paciente que no se han afectado y procurar que mantenga autonomía.
En esta etapa lo mejor es que el paciente viva en su casa de siempre. No se
recomienda que pase un tiempo en casa de un hijo, luego en casa de otro y otro,
pues ello crea confusión.
Se aconseja, más bien, realizar
adaptaciones en casa, como poner seguros en las puertas que den a habitaciones
donde el paciente no debería entrar, proveer buena iluminación, proteger las
esquinas de las mesas para que no se haga daño, evitar estimulación de colores
y ruidos fuertes, poner cuchillos, tijeras y medicamentos fuera de su alcance y
mantener la socialización.
Cuidado con el cuidador
Un punto importante que destacan los
médicos especialistas, es que el cuidador principal del paciente, no sea
siempre la misma persona, ni tenga la misma edad del enfermo para evitar el
síndrome del cuidador quemado, que consiste en un profundo desgaste emocional y
físico.
El cuidador debe estar pendiente de
los pasos que da: por ejemplo verificar que cerró el caño después de haberse
bañado. Y no molestarse por las preguntas repetitivas. Si pregunta qué hora es,
tal ven en lugar de darle la hora sería mejor decirle “es la hora de comer” o
“es la hora de leer”, etc.
Se recomienda llevarlo a una casa de
reposo en grados avanzados de la enfermedad o cuando los síntomas conductuales
(agitación psíquica nocturna, conducta paranoide, agresividad física) no se
controlan fácilmente.
Trasladar a a un familiar a una casa
de reposo puede parecer duro, pero según el Informe Mundial de Alzheimer citado
en la revista “The Lancet”, entre el 40% y el 75% de los cuidadores tiene
importantes enfermedades psicológicas como resultado de su tarea, y entre el
15% y el 32% llega a sufrir depresión.
Por eso el doctor Jorge Luis Solari,
Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Edgardo Rebagliati, remarca
la importancia de escoger correctamente a un cuidador y le otorga a este
aspecto el primer lugar en la lista de prioridades, inclusive antes que la
mediación.
No todo olvido es Alzheimer
Ahora bien, no vaya usted a creer que
todas las personas de la tercera edad que se olvidan de las cosas tienen
Alzheimer. Como dice el doctor Solari, “los olvidos pueden deberse a muchas
causas. El diagnóstico de la enfermedad se hace con una evaluación clínica,
neuropsicológica, se observa si hay una falta de vitamina B12, un problema de
tiroides o si hay una depresión enmascarada. Por eso se realiza también una
tomografía o una resonancia magnética”.
Una vez hecho el diagnostico, la
enfermedad se trata con precursores de acetilcolina. Estos medicamentos. Estos
medicamentos retrasan el avance de la enfermedad de 3,5 a 5 años. No la curan
ni la detienen.
De manera que aunque los medicamentos
solo retrasen la enfermedad, le dan una mejor calidad de vida durante un tiempo
más prolongado, en armonía y en compañía de sus seres queridos, quienes deben
esforzarse mucho por tener paciencia.
"Ahora es tiempo de disfrutar una
taza de café y que tengas un buen día…"
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