lunes, 24 de octubre de 2011

Olvidos y algo más

La pérdida de la memoria no siempre se debe al Alzheimer ni todos los pacientes adultos mayores padecerán esta enfermedad. Pero hay que prevenir, hacer ejercicios de memoria y, en caso de presentarse el mal, designar a más de un cuidador para el paciente y hacer cambios en la vivienda


Empiezan olvidándose de algo que sucedió hace poco, como la cita pactada con el médico o que conto el nieto sobre su colegio el día anterior. Y a medida que pasa el tiempo, los pacientes con Alzheimer recuerdan cada vez menos cosas, incluyendo los hechos del pasado lejano. Además, se afecta su capacidad de pensamiento y comportamiento, su juicio, a algunos les da por decir groserías y se ponen agresivos. Finalmente, hasta de respirar se olvidan.

Según los neurólogos, en estadios iniciales de la enfermedad, el objetivo fundamental es preservar las funciones mentales del paciente que no se han afectado y procurar que mantenga autonomía. En esta etapa lo mejor es que el paciente viva en su casa de siempre. No se recomienda que pase un tiempo en casa de un hijo, luego en casa de otro y otro, pues ello crea confusión.

Se aconseja, más bien, realizar adaptaciones en casa, como poner seguros en las puertas que den a habitaciones donde el paciente no debería entrar, proveer buena iluminación, proteger las esquinas de las mesas para que no se haga daño, evitar estimulación de colores y ruidos fuertes, poner cuchillos, tijeras y medicamentos fuera de su alcance y mantener la socialización.

Cuidado con el cuidador

 
Un punto importante que destacan los médicos especialistas, es que el cuidador principal del paciente, no sea siempre la misma persona, ni tenga la misma edad del enfermo para evitar el síndrome del cuidador quemado, que consiste en un profundo desgaste emocional y físico.

El cuidador debe estar pendiente de los pasos que da: por ejemplo verificar que cerró el caño después de haberse bañado. Y no molestarse por las preguntas repetitivas. Si pregunta qué hora es, tal ven en lugar de darle la hora sería mejor decirle “es la hora de comer” o “es la hora de leer”, etc.

Se recomienda llevarlo a una casa de reposo en grados avanzados de la enfermedad o cuando los síntomas conductuales (agitación psíquica nocturna, conducta paranoide, agresividad física) no se controlan fácilmente.

Trasladar a a un familiar a una casa de reposo puede parecer duro, pero según el Informe Mundial de Alzheimer citado en la revista “The Lancet”, entre el 40% y el 75% de los cuidadores tiene importantes enfermedades psicológicas como resultado de su tarea, y entre el 15% y el 32% llega a sufrir depresión.

Por eso el doctor Jorge Luis Solari, Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Edgardo Rebagliati, remarca la importancia de escoger correctamente a un cuidador y le otorga a este aspecto el primer lugar en la lista de prioridades, inclusive antes que la mediación.

 
No todo olvido es Alzheimer

Ahora bien, no vaya usted a creer que todas las personas de la tercera edad que se olvidan de las cosas tienen Alzheimer. Como dice el doctor Solari, “los olvidos pueden deberse a muchas causas. El diagnóstico de la enfermedad se hace con una evaluación clínica, neuropsicológica, se observa si hay una falta de vitamina B12, un problema de tiroides o si hay una depresión enmascarada. Por eso se realiza también una tomografía o una resonancia magnética”.

Una vez hecho el diagnostico, la enfermedad se trata con precursores de acetilcolina. Estos medicamentos. Estos medicamentos retrasan el avance de la enfermedad de 3,5 a 5 años. No la curan ni la detienen.

De manera que aunque los medicamentos solo retrasen la enfermedad, le dan una mejor calidad de vida durante un tiempo más prolongado, en armonía y en compañía de sus seres queridos, quienes deben esforzarse mucho por tener paciencia.

"Ahora es tiempo de disfrutar una taza de café y que tengas un buen día…"

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