miércoles, 12 de octubre de 2011

Perdona, sana y libera



La terapia del perdón radical consiste en renunciar al papel de víctima y abrir nuestros corazones para asumir una nueva etapa en la vida. No depende del arrepentimiento de la persona que nos dañó, sino de nuestra habilidad para transformar un sentimiento negativo en positivo.

Cuando nos agreden sentimos dolor, cólera, a veces puede surgir un rencor que carcome el alma y enferma. Y aunque sepamos que esos sentimientos no son sanos, resulta difícil arrancarlos y, más aun, perdonar si nuestro agresor no muestra arrepentimiento.

Frente a ello, los psicólogos plantean una clase de perdón que no depende de un cambio en la otra persona, sino de un proceso personal de liberación y sanación.

El inglés Colin Tipping diseño el método del perdón radical y ahora forma “coaches” que lo aplican en diferentes países. “El perdón radical tiene que ver con uno mismo, no con el otro, cada quien transforma su propia energía. Una mujer puede decirle a su pareja que le fallo: Te amo y te perdono, pero no deseo verte porque me haces daño”. El perdón radical funciona así le pone fin a una situación sin rencores”.

Lograr algo así no parece tan sencillo. Sin embargo, quienes asisten al taller radical se sienten liberados. A grandes rasgos, el taller es así: comienza con una charla, luego cada persona hace un inventario de sus luces y sus sombras, para culminar con la ceremonia del perdón. Ahí se juntan los que han sufrido engaños, los que han robado, personas involucradas en abuso sexual, en fraudes, etc. Se dan cuenta de que no están solos, lloran, se abrazan, perdonan y se liberan.


 Punto Crítico

Pero no todos están de acuerdo con este método. El psicólogo Manuel Saravia sostiene que cada persona tiene un ritmo y un tiempo y no se puede forzar a que todos perdonen al mismo tiempo.

El método que el propone se basa en liberarse del resentimiento antes de perdonar, hacer una catarsis y descargar sobre cojines la cólera reprimida para luego asumir la responsabilidad que nos toca, tratando siempre de salir del papel de víctima. El objetivo es tomar conciencia de que quien perdona gana y esto no implica permitir que le hagan nuevamente lo mismo, pero si aprender a recordar sin sentir sin dolor

"Disfruta de una taza de café y que tengas un buen día…"

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