Amigos, como estan. Que tal el fin de semana, bueno, que alegria.
Fin de semana, tiempo de relajo, descanso, tiempo con la familia, los hijos y meditacion, y justamente me llevo eso a compartir este articulo, publicado en el portal Buen Humor, dedicado a la Mujer.
Espero lo disfruten y me hagan conocer sus opiniones y sugerencias. Cuidense y disfrutenlo.
Abraham.
Abraham.
Cuenta una leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.
Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:
Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión
de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la
palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la
alegría del rayo del sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia
del viento y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del
pavo real, la suavidad de la pluma del cisne, y la dureza del diamante, la
dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad
de la nieve.
Mezcló tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.
Después de una semana vino el hombre y le dijo:
Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla intensamente, llora sin motivo, se divierte en hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque NO PUEDO VIVIR CON ELLA.
Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo:
Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al tacto.
Devuélvemela, porque NO PUEDO VIVIR SIN ELLA.
Ahora, que dices,
compartes conmigo esta idea, pues bien, considero que es una bella historia referente
a la creación del ser más tierno y hermoso, sobre la faz de la tierra, y lo
confirmo viendo a mi madre, a mi esposa, a mis hijas y a mis hermanas, claro
que sí, yo no podría vivir sin ellas……
En tiempo de Navidad, cambiamos nuestra taza
de café por una caliente y aromática taza de Chocolate.
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