Desde el fondo del
hoyo, donde ya nada importa y de donde no hay intenciones de salir, las
personas con depresión ven todo gris y se envenenan día a día con un profundo
sentimiento de tristeza y pesimismo, del desinterés, desencanto y apatía que
les hace perder el trabajo y hasta sus familias.
La depresión es una
enfermedad de la mente que puede partir de muchas causas: genéticas,
ambientales, psicológicas y bioquímicas. La Organización Mundial de la Salud
cree que esta será la segunda causa de discapacidad en el mundo para el 2020.
En países en desarrollo será la primera causa.
Los síntomas más
comunes son falta de energía, tristeza, problemas de sueño, sentimiento de
culpa, perdida de interés, pesimismo, tendencia al llanto, abulia, valoración
negativa de uno mismo y del futuro, disminución de la concentración y deseo
sexual, cefaleas, lumbalgia, incluso ganas de suicidarse e intentos concretos
de hacerlo. Estos sentimientos son tan intensos que afectan la vida diaria de
las personas.
Solo en Lima y
Callao, la depresión se presenta en el 9.5% de la población. No todas las
personas afectadas necesitan medicación, si se manifiesta en forma leve,
bastara una terapia. En los casos severos es necesario tomar antidepresivos,
aunque a veces hay que probar varios de ellos hasta conseguir uno que al
paciente le caiga mejor. Las pastillas de última generación tienen menos
efectos secundarios. Y en cuanto a los costos, solo en medicamentos el
tratamiento puede costar entre 100 a 200 dólares (si toman medicamentos más
costosos) mensuales.
No hay cura
Como toda enfermedad
crónica, la depresión no secura. Sin embargo, un paciente que toma sus
medicamentos y sigue una terapia vive una vida normal.
De todos modos,
siempre hay que estar atentos a los factores que pueden detonar la enfermedad:
la muerte de una persona querida, un divorcio, un despido laboral o una
enfermedad grave.
Es común que una
depresión surja a raíz de un cáncer, por ejemplo. “Recibir el diagnostico causa
un impacto sicológico muy negativo, por eso es necesario ayudar a que los
pensamientos sean constructivos. Asimismo, el apoyo emocional y compañía de la
familia es el eje principal para evolución favorable de las enfermedades
crónicas.
Además, es necesario crear conciencia de la enfermedad para
afrontarla mejor, establecer confianza en el equipo multidisciplinario que
atiende al paciente, así como ingresar a un grupo de autoayuda mutua,
recomiendan los especialistas.
En todos los casos
de depresión el apoyo familiar es indispensable. Cuando el cuadro es severo, la
medicación también lo es; los casos leves podrán tratarse con terapia
psicológica.
"Es hora de que disfrutes de una taza de café y que tengas
un buen día…"
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