En la actualidad
venden candados especiales que funcionan como seguros para que las armas no se
disparen ni por casualidad. También hay cajas fuertes y envases donde un arma
puede estar segura. Los niños deben suponer que el arma siempre está cargada y
no deben manipularla nunca, este cargada o no.
Los accidentes
suceden ante el menor descuido. Un niño puede agarrar el arma de fuego de su
padre, inocentemente, pensar que es un juguete y disparar. ¿Cómo evitar esto?
La primera regla para quienes portan un arma es mantenerla siempre en un lugar
seguro, fuera del alcance de otras personas.
Particularmente, recomiendo,
así como lo hago yo, guardar separadamente la munición y el arma; se debe
retirar la cacerina de la pistola de la pistola o las balas del tambor del revólver,
para así evitar que los niños u otras personas tomen estas armas y se hagan
daño o hagan daño a otras personas casualmente.
Como guardarla
Los expertos
recomiendan que el arma se debe guardar en una caja fuerte o en un gabinete
especial. Si no se cuenta con estos utensilios pues habrá que comprar una
cerradura o candado especial que impida que el arma se dispare.
Y si el dueño
necesita sacarla de la casa, lo más
recomendable es colocarla en la maletera del auto y no dejar de vigilarla,
mucho menos si deja sin seguridad el carro. Una vez que llegue a su casa, guárdela
de inmediato, ya que al mínimo descuido se producen los accidentes.
De otra parte, hay
que hablarles a los niños sobre los riesgos de manipular un arma, decirles
claramente que se puede matar a una persona de pura casualidad, apretando el
gatillo sin intención de hacerlo o dejando caer este artefacto.
El impulso de apuntar
Debemos tener en
cuenta y hacer hincapié en esa curiosidad que sienten los niños al ver un arma
y lo primero que hacen al cogerla es apuntar a alguien. Por eso en todo momento
hay que manejarla como si estuviera cargada. Pero por supuesto no se puede
permitir que otros la manipulen, porque solo personas autorizadas o con
licencia han recibido la preparación necesaria para hacerlo. Hay que explicar a
los niños que las armas no son juguetes, son instrumentos para hacer daño e
incluso causar la muerte.
Disfrutemos ahora de una taza de café, pero
primero aseguramos el arma ………..
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